Hemos vuelto a la ciudad.
O por lo menos la Linda y yo.
En la ciudad la sensacion termica es de 32, pero parece ser de 320.
El asfalto, los edificios, el humo de los colectivos y el sudor de la gente hace una mezcla peligrosa y caliente.
En mi oficina estoy protegida por Graciela y el maldito aire.
El fin de semana en entre rios y la paz se puede definir con; la caras en una masa de gente es como una hoja en un ramo negro y mojado!
Yo no queri volver a la ciudad.
El pasto era tan verde, la casita tan linda, el lugar de la danesa tan hermoso como siempre, el rio fresquito y las termas las termas.
Cerveza fria y vino rico.
Pollo a la parilla y pescado de rio.
Y en la plaza de la ciudad habia un festival con bandas propias, bailes folkloricas y nenas chiquitas bailando junto a los cadilacs.
Ya va a ver fotos tambien.
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