Samsa

Parece que no soy la única que volvió! Es un poquito extraño (para mi) que ràpido que uno vuelve a la "normalidad" (si eso existe) , cómo si no pasó nada. Ayer todavía tenía Bariloche en mi oido, en mi latido, en mi cabeza y en mis pies. Hoy lo tengo en las puntitas de mis dedos, en las puntidas de mi pelo y en la boca(!). Porque estoy tomando mate con alfajores hechas por mi tía. Que lujo che! Igual sigo un poquito allí. En el frío, en las montañas, en el desayuno y en los caminos de tierra. Pero bien. En mi casa hay dulces caseros, hongos secos de pino y chocolate mamuscha. Un montón de fotos (que tengo que subir!) y ropa secandose. El viaje de regreso estuvo lindo. Me choqeó un poquito el hecho de que uno de los conductores del micro me decía que NO se hacía falta que me ponga el cinturón (2 veces lo insistió!) de seguridad justo cuando me lo estaba poniendo, y mientras mostraban el video de "seguridad" - dónde justo hablaban de lo IMPORTANTE que es el cinturón de seguridad. Pero bueh... Mari de Villa Langostura, que estaba sentada a lado mío iba a Bs As a visitar su hija. Estaba muy emocionada y también hablaba de cuanto extraña Buenos Aires. De que quería volver a vivir allá. Mientras yo tenía ganas de que el micro haga marcha atrás, para bajarme en Bariloche de nuevo. La ciudad está hermosa igual, así otoñal. Mi escuela también y todas las personas de allí adentro. Volver a andar en bicicleta. El sol a la tarde. La cama y las alparagatas. Feliz Martes!