Milonga del tren

Yo me visto de novia, toda de blanca, pero sin serla. Atrás mio hablan frances y dicen aurevoir. Colas hacemos todos, pero igual la ciudad parece más ciudad que nunca hoy. Con Eva hablo sinsero, con Graciela hoy no, porque hay demasiado humo. En bicicleta vuelvo rápido a mi cucha de tranquilidad, lejos de bosinas y cerca te con miel. Junto fuerza para salir otra vez y para poder concentrarme para que me entra toda esa información tán útil. Al salir el cielo se había puesto todo rosa y el viento todavía caluroso. Perros hay un montón por aqui, pero el que ladrá más es el chiquito aqui a lado. Cómo si fuese la última vez que pueda ladrar en su vida. Los lunes al final no son nada malos...