Malmö día dos

Me desperte con el sol en la cara. Que por más que todos dicen que no nos gusta, creo que al fondo sí nos gusta.
Obviamente podría dormir horas más. Es cómo que mi cuerpo lo está pidiendo. Igual me temptó más el mate y el desauyno que había ofrecido mi papá el día anterior. Me puse la ropa así nomás y salí a la calle.
La calle aqui, es casí cómo salir a la calle en Villa Gesell?
Hay casí nada de autos, hay sol y también un poquito de frío.
Cruzas un puente, dónde abajo hay un canal de agua que rodea toda la ciudad "antigua".
Hacés cómo tres cuadras y estás en la casa de mi papá. Un lujo. Raro.
En la casa de mi padre se toma taragui. Y la casa huele muy especial. Suecia?

Fuimos a hacer mi pasaporte nuevo. Que "tramite" facílísimou. Aunque le gente no se da cuenta. Y uno dijo, suecia no es un país rico. No se bien que tenía que ver con pasaportes, pero lo dijo.
También fuimos a mandar un paquete de Rauni para su madre. Que eso me dió un calor en la pansa. Porque era como tener un poquito a Rauni allí. En el correo. Papá también me invitó a tomar un chai latte en uno de esos cafeterias, de los que yo aveces sueño. Nos sentamos en el sol y era muy divino.

La ciudad en si está muy lindo. Lustre, cómo esos zapatos que lustre ese señor de la boca, que trabaja en florida y que yo veo en el colectivo. Así. Porque está en su mejor momento creo. Los arboles y el pasto verde, la gente contenta, las personas lindas y macanudos por todos lados. En los negocios te trata casí cómo un amigo y te sonríen. Yo creo que están contentos porque afuera hace verano. Un poquito extraña igual me siento. Será porque mi ropa no es de H&M (todavía!), porque digo bah por más que estoy hablando en sueco, porque digo que todo está superrico.

En la noche comimos rico con amigos de madre aqui en el techo, arriba de otros techos, dónde vive ella.
Al final parece un mito, eso de que los sueco cenan a las 17. O cambió. O porque es verano. Comimos "asado". Brochete de pollo con la salsa tsatsiki y un pan de maravilla con muuuuucha manteca! Los suecos y los panes, que buena combinación! Comimos afuera abajo un techo de tela (porque no sé cómo se dice en castellano) y emepzó a llover. Muy lindísimo. Comer abajo la lluvia, sin mojarse, sin enfriarse, con cerveza fría, con luz cómo si fuese las 3 de la tarde y con historias y anecdoctas. Parece ser que hay más drama en pequeña Malmö que en Buenos Aires. Me cuentan cada cosa, y yo que pensé que lo mío era fuerte. Es extraño.
Lo disfruté mucho.

La lluvia sigue cayendo del cielo y aqui dentro se escucha suave pero mucho y pienso que va a ser lindo ir a dormir con esa música de fondo. También quiero decir que por ahí lo mío no sale tan ordenado aqui. Es que hay tantas cosas para decir. De último. Hoy agarré la bicicleta que tomé prestado, y que va a ser mío estas semanas, y me fuí de una casa a la otra. O sea tardé 5 min. Pero creo que fueron casí los más lindos 5 minutos de hoy. Karin, la bici, la ciudad y mis dos cervezas que compré en "la vinoteca" en la canastita de la bicicleta.

Feliche Jueves!