Estoy en épocas de Linda.
De pensar en ella. Como en mucho. Va y veine, gira y vuelve.
Por eso pongo ésta foto que sacé esa vez que fuimos a Uruguay.
Con Anita nos enojamos un poquito. Pero creo que ya vamos a volver a reirnos de nuevo.
Y yo como algo que me haze daño a la panza y me quedo todo un día sin ir al trabajo.
Es rara esa sencación. De sentir deber estar en un lugar, por cumplidos.
Pero tu cuerpo no te deja.
Me tiro en esa cama y escucho a Andy, voces en la cocina, veo el día pasar y cambiarse durante las horas que pasan, tomo te, veo la película "Todas las azafatas van al cielo", duermo, sueño, llueve, me tomo otro te y vuelvo a dormir.
Es estar sin estar. Es como el día extra que me tocó por las cenizas.
Que ayer le tocó a Juan y creo que a el también le vino bien un día de estar sin estar?
Creo que no estoy acostumbrada.
Después hay ducha caliente, sentirse mejor y comer arroz.
Ver la marcha de los pinguinos y volver a domir.
Un miércoles lindo a pesar de.
Hoy Rauni me abrazó y había hecho mjuk pepparkaka.
Que es como un especie de budín dulce con muchas especias de esas que me encanta.
Tomamos te y me cuenta de todo lo que perdí por haber faltado un día.
De el que roba comida y apaga las luces.
El fantasma?
Creo que este fin de semana si o si sale scones, pero de los salados.
Con ese café con espuma.
Si, estoy recuperada. Muy.
Que su jueves siga soleado y de 17
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