Almendra Francesa de Colombia

Resulta que mi vecina es una romántica. Como yo. Recién apagó su perales (creo) y yo la sigo con Drexler.
Con el vuelvo a un año atrás.
Un poquito a Uruguay, al restaurante en frente de parque lezama y el vestido turquesa.
Ayer volvió Pistachio!
Así nomais. Yo que ya no tenía más esperanzas.
En foto hubo charla de un fotógrafo reportero y que nosotras planeamos viaje a Colombia.
Sería hermoso así.
También hacer cosas que no pensé que iba a llegar a hacer.
Como tomar tres pasos atrás, borrar y quitar. Por buenos sentidos.
La vikinga ablandandose.
Que lindo que hoy es sábado gris y que haga 12 grados.
Que bueno que nos deja disfrutar un poquito más en heladas.
Que los 12 no lo son, pero si los 6 por noches vientosos.
En la iglesia sueca disfruto de protección de todo lo que es afuera.
Allí dentro veo jardín, cielo azul y no escucho viernes por la tarde.
Con Rauni hacemos las galletitas especiadas que nos salen de diez y yo hago Lussekatter (ver foto que no saqué yo)que salen de 9,5.

Después de foto tomo un 152 vacío para Palermo.
Bajo en Plaza Italia y vuelve rutas en mí.
Camino esas calles que son todas mías pero antes. Atrás.
Todo es igual pero totalmente distinto.
El lugar en frente la vieja casa en thames, volvió a ser parecido a lo que era cuando una vez desauyné allí. Mi primer mañana.
Es sentidos lindos, calurosas a pesar de frio alrededor tapado.
Más rápido camino. Paso por la heldería en la esquina que yo no lo es.
Ahora es multikiosco.
Paso casa de Rubén, pero nunca se da la casualidad que justo esté saliendo o entrando el para que me da ese abrazo tan de el.
En Cielito Lindo, si por fin lo llegué a conocer, después de 6 años aquí, resulta que eran más que solamente Karla, Felix y yo.
Hay mesa larga y contiene una pareja finlandesa, dos colombianas totalmente opuestas y un colombiano que parecía cantante de una banda. En frente mío hay un francés enamorado de buenos aires y que hacía 10 diaz que había aprendido el castellano.
Está la Karla con su margaritha y Felix que dejó de ser vegetariano y ahora come de todo. Y un Martín que siempre parece, un poquito más tarde que los demás, pero parece. Ah y un gallego madrileño peruano. Si. Esa mezcla también existe.
Al mozo lo llamaron sueco porque tenía los mismos colores que yo, pero era mucho más lindo.
Fué esas noches que uno por ahí no piensa que va a estar tan bueno, y resulta que pasas muy lindo. Muy lindo pasé y muy rico comí. Disfruté de esas cervezitas heladas, de escuchar el frances hablar ese castellano/italiano/frances y la colombiana del otro lado. Su tonada.
Al salir nos abrigamos, saludamos y el próximo será el restaurante sueco.
El porteño ofrece llevar hasta parada.
Me cuenta de ser oveja negra, de china y bolivia.
Pienso que un día me gustaría conocer todo, pero primero Colombia.

Por ahí mañana guío francés por La Boca.
Ahora toca segundo café.

Feliz Sábado!