Era ese lugar medio kitch de nuevo.
Pero ayer la dosis kitch era un poquito menos.
Igual parece que hay un algo que hace que siempre esta bueno. Allí.
También parece que es mi "don" eso de fugar. Siempre. Alli.
El lugar peruano vacío pero todavía abierto nos invita a meter algo caliente en panzas.
Seguimos bailando por adentro y por afuera con ese megamácina de toca-discos-kitch (de nuevo) que tienen allí.
Hay puertas abiertas demasiadas, pero hay color en mequillas y eso nos auyda.
Cuando ya es demasiado tarde pero en el mismo tiempo para nada tarde salimos de nuevo en noche helada de Buenos Aires. Hay como una niebla y los pies están fríos, pero la panza caliente.
Rezo por bicicleta para andar todo rápidisimo y meterse bajo plumas, pero la salvación del frío esta noche es el 168, que allí está!
Rápido. Antes que se vaya. Todo lleno y seguimos cantando. Y bailando.
Pasamos avenidas vacias y calles angostas.
Constituciones y a mi me toca el primer asiento al final.
Nunca voy allí y es un lujo. Estar a lado el colectivero y tener la ventana supergrande.
Me sentí un poquito como la nena.
Me bajo en humos y de golpe parece julio de nuevo.
Pero hoy es septiembre. Septiembre!
La mañana esta linda y ustedes también.
Más de lo que piensan.
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