Virginia me llama para decir que ha vuelto a la Argentina.
Ella está llena de alegrías y yo pienso, que día perfecto para volver a Argentina.
Está haciendo días de primavera. Días que te quieras quedar afuera hasta oscuridad.
En la cocina de la oficina hay una bolsa llena de paltas gigantes. Pero no son para nosotras.
Así que yo pongo café y también me da alegría.
Ayer iba a subir fotos de Lucila y de su cumpleaños.
Por problemas técnicas no pudo ser. Pero ya.
Porque muy valen penas!
Ayer también fué lindísimo.
En foto copié mi primer foto en color y salió divino. Divino!
En esas oscuridades nos reimos mucho. Y que Gustavo es un amor. Realmente.
Yo explico y el abraza. Eso vale un millón de palabras.
Ahora que estoy en momento de sobredosis de palabras. Me salen por todos lados.
Por lados que no quiero. Digo cosas que no las quiero decir en realidad.
Entonces mejor me calló un poco. Mejor géstos. Por lo menos por ahora.
Y también el mejor no saber de. Prefiero ver turquesa.
Hay sorpresa en forma de pan.
Hay música arabe de un auto y me traslado a Malmö y me da cariño.
Hay castañas de cajú y maní.
Hay una que se va a Colombia y a mi me gustaría meterme en su valijota.
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