Aveces está bueno bajar un poquito las estrellas para ver que no brillaban tanto como uno creía.
O quería.
Ayer me di cuenta que había extrañado un poquito la presencia de Eli.
Me da tranquilidad.
Lucila estaba de oficina elegante. Su aire estaba un poquito distinto que otros días.
Por día me inspiro más en lo que es estudio. Pero me cuesta.
A mí dame campo, ventanas con lavanda, un café con dos cafés, esa cara, tus manos con carbón y un cementerio.
Me sale mejor así.
Eso me hace acordar que todavía no subí las fotos del sábado.
Puse película mexicana, pero las otras palabras eran más entretenidas.
Como esa casa que ahora también tiene lucecitas de navidad.
El dice que mi blog es femenino.
Yo pienso que mi casa es más femenino que yo.
También pienso que me gustaría tener ocaciónes para ponerme esos vestidos que compré.
Pero falta un poco de verano todavía.
Aunque las frutillas ya salieron y son dulces.
Aparentemente, el lunes es mi día de frutillas y el martes es el día de la tortilla por la mañana.
El miércoles no sé todavía. Dicen por ahí que es el día del estudiante y de la primavera.
Será tan así.
Che Gringa, tengo 52. Escribis muy bien y pienso que tenés un gran futuro como escritora!
ReplyDeleteUn beso,
Lars