Wednesday, 16 November 2011

Arándanos

El verdulero de Necochea me tira dos pestañas de ojos y me hace precio por arándanos.
Eso es alegría por la mañana temprano.
Le prometí volver y confirmar que son lo que valen.
En el camino me acuerdo de haberme olvidado de que hoy me tocaba 8:30 y no las 9.
Por suerte están allí todavía cuando llego.
Como el señor de los matafuegos. Y Enriqueta.
Ellos dicen que tienen manos mágicos. Yo pienso que es habilidad nomás.
Como el verdulero que sabe como tildar sus clientas. Con as al final.

La leche se ponde rosa en la mescla de frutillas y arándanos.
Es dulce pero sin azúcar.
Es un poquito la guardería.

Ahora las noches son calurosas y me tocó noche dos de dormir no tan bien.
Y que eso a las 4 es un placer, porque vuelvo a sentir fresco.
Llegó la hora de comprar mi segundo aparato electrónico (tercero en realidad con la aspiradora), un ventilador. De las grosas tendría que ser.

Hoy toca miércoles y es un tratar a nadar por la tarde. Si me dejan.
Pienso que va a ser lindo con agua fría, porque parece que hoy esta hot.
Muy hot.

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