Muy temprano me despierta mi mamá tocando mis pies con sus manos calientes.
Ella se va para su trabajo y yo me voy a Londres.
Me prepara un te bien caliente y se sigue escuchando el viento fuerte que sopla allí afuera.
Esta medio gris, pero aqui adentro está lindo y con colores y luces suaves.
Mis hermanas duermen un piso arriba y hay algo muy lindo con saberlo.
La casa esta en paz y silencio y es apreciar mañanas como estas.
Al fondo también está el programa de la mañana.
Pero hablan todo suave y tranquilo, no hay títulos con colores fuertes y repetidos, nada de trompetas y publicidades.
Es despertarse lento y bien.
Ayer hubo noche de hermanas.
Tomé un colectivo amarillo, caliente y con asientos rojos con mi hermanita Sara.
Me gusta hablar con ella.
Más rodando por un Malmö y Lund frío, aunque todos dicen que se siente un poco primavera en el aire.
Sara es como una fuente. Tiene un montón para decir y todo lo que sale es puro honestidades.
Eso también es lindo.
La casa de Johanna es otra cosa linda. Pero fría.
Hacemos pastas y después hay película con kilos de golosinas e otras cosas que no deberíamos.
Pero yo estoy de vacaciones y están pasando demasiado rápidos.
Ahora Londres y mi Linda.
Su Ben. La casa de ellos. Los calles de todos.
Otros lineas de subtes, un tren, inglés y ladrillos.
De copenhagen sale el vuelo y siempre es bello cruzar ese puente y Kastrup me cáe bien.
Las fotos son de un otro desayuno.
Feliz martes!
Y que nos vemos a la vuelta.
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