Tirarse en la cama del hotel y mirar dos películas y una serie.
Tomar el colectivo al siguiente pueblo.
Caminar por las tres y que si esté abierto el ventanal y que haya alguien ahí dentro cantando.
Comer en Cartagena y talvéz cruzarse con papa noel o en ese lugar de pastas por la calle atrás.
Sueño con dos o tres días de eso.
Con buzos, dos libros, mucho mate y esa casa de té suizo.
Caminar un poco en el bosque y sobre la arena.
La fábrica de Rauni volvió a abrir.
Hace knäckebröd y los bollos de canela.
Hay aromas de nuevo y es más cozy así.
Ayer fué desayuno de lujo gracias a eso.
También conocí el departamento de Mariche y Carlos.
Ahora vamos a ver si podemos hacer negocios también.
Hoy hay sol también pero el pueblo está callado.
Yo vi Revolution Road y creo que esa es la razón un poquito de mi silencio.
Que heavy.
Que empiezen lindo su viernes
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