en otras palabras y las que faltan

Entonces quería escribir del sábado, cuando el jardín de Eva se llenó de gente.
Pero de golpe me resulta dificil encontrar las palabras y las frases que había armado para exponerlos aquí.
Pienso en el sol que había y que lindo fué sentarse en esa silla de sala de escuela y con la copa de vino en la mano. Sentir el calor en la mequilla.
Pienso en que el cielo estaba absolutamente azúl.
Que los platos parecían venir de Indiska, pero que no.
Y que Paola estaba de acuerdo.
La carne estaba deliciosa y comimos muchos.
Los vinos también.
En algún momento papá pelaba las naranjas como cuando éramos chiquitas y que yo se lo conté a los demás.
Estaba Harmony y es imposible no sonreír al verla.
Que también resulta que Diego y Emiliano se parecen un bastante en una manera.
Sacé fotos de Eva y Jorge. Porque ellos son muy amigos y de eso hay que tener fotos.
Aunque terminen en un cajón cerrado o en un blogg.
Algún día lo van a encontrar y sonreír como Harmony.

Las ensaladas también eran deliciosas. Como la torta de manzana que había preparado papá.
A esa hora fuimos para adentro, porque el sol ya no calentaba.
Prendimos velas y con el aroma del café con canela y cardamomo, era verdad que parecía navidad.
Mattias se tiró a dormir mientras los demás masticaban.

Después volvimos en un tren bastante lleno. De dónde y a donde estan volviendo?

Hay como más. Muchísimo más.
Supongo que saldrá cuando tiene que salir.

Feliz lunes!