Pizza en Palermo sin fotos

Como olvidarme de la camera?
Quería sacar foto de cuando tomamos mate en la iglesia con Rauni, papá y Vicky.
Después cuando fuimos a ver la futura casa que papá dice; tiene potencial.
Eso es algo.
Resulta que el también es bastante sensible con esas cosas.
Ve práctico, planeado y pensado.
Pero también ve todas sus cosas. Cristina.
Sus miles de cosas de 32 años.
Es como una carga. Una carma.
Va a ver que poner mucha onda y sales en las esquinas creo yo.
Y fuerza en los brazos.
Para sacar y tirar. Esas maderas.
Vicky quiere que saque fotos de las cucarachas que va a ver abajo de esas maderas.
Voy a ver.

Compré el aparador de la cocina y la mesa también.
Creo que fué buena compra.
Vicky me "tranquilizó" con que " en Suecia un mueble así sale como un montón".
Bien. Esas justamente cosas queremos escuchar.
Cristina cuenta de su vida a mi hermana mientras nosotros vemos otras cosas que se puede rescatar.

Cuando salimos de Benito, el sol ya se había bajado y decidimos punto de encuentro para el siguiente plan de la noche.
Pizza en Palermo, en lo de Gonza y con Harmony.
El breik de una hora fué justo lo que nececitaba.
Comimos los maníes que tienen cáscara y me llenó demasiado.
Escuchamos música cubana. Unas hermanas cubanas que fueron un éxito en los 60 as y que ahora mi hermana cuidó una de ellas en su casa en Malmö.
Ella ahora anciana pero llena de historias, como de Piaf y Sinatra.
Eso me contaba Vicky mientras mirabamos sus caras jóvenes y en blanco y negro.
Un día va a ser nosotras.

Una ducha rápida y casí fría por girar del lado equivocado. Estaba tán pero tán segura yo.
Fuimos tuti la family a tomar el 152 rumbo a otro Barrio.
Y estaba la Harmony que es americana y viene de Bufalo.
Tiene una sonrisa y unos rulos, que no muchos deben tener.
Es un poquito como que toda su buena y positiva enerigía que le rodea, se trasmite a todos a su alrededor.
Como un virus. Pero un virus lindísimo.
En el camino ella hacía crochet. O eso creo que se llama.
Eso también es un lindo hecho.

Cuando llegamos a la casa de Gonzalo ya estaba Marquitos con una copa de vino enorme en su mano, y un pucho en el otro.
Muy Marcos.
Y es casi tranquilizador que el sigue siendo el mismo.
Que mas o menos sabes las cosas que va a decir.
El no te trae sorpresas y ayer defiinimos que el es un "todólogo".

Una mesa redonda y de madera.
Varios botellas de cerveza.
Un fernet compartido y Pizzas semicaseras y muy ricas.
Después también cayó el famosísimo Moye.
El novio de Harmony.
Nos contaron de cosas "famosas" de Bufalo.
También hablamos de los marcianos de Fran, el fin del mundo y casi nada de política.
Era lindo estar en esa mesa y tener papá a lado.
Y ver cada cara verdadera de los demás.

Cuando volvimos para la república de la boca se largo a llover y yo me moría por un helado.
No pudo ser por la hora, tuti cerrado.
Me conformé con el bonbom que se quedó del otro día.
Y nos fuimos a dormir con el ruido de lluvia al fondo y no si sabiendo que de lejos se venía una tormenta fuerte que más tarde nos iba  a despertar.