Soñamos un poco de playas cálidas.
Igual parece que allá hay menos verano que acá.
Pienso en que lindo sería eso de una lluvia de noche.
Si, creo que estoy con ganas de verano.
Calor tropical y húmedo. Pegajoso maravilloso.
Patio y pelopincho. Ya lo ví.
La terazzita también. Y esa cerveza con limón que cuenta Eli en su mail Hemingway.
Pero también va a estar bueno. Todo a su tiempo. Si.
Los días y semanas siguen pasando demasiado rápido a mi gusto.
Que ya llegó la hora de irse. Me asusta.
Tenía ganas de quedarme la tarde en la barra del sueco y hablar con Anita.
Si, que hay mucho allí dentro para sacar a la luz.
Es Merlina que se va a Suecia y papá que cumple años arriba de su barco.
Y que el pidió la torta prinsessa y de mazapán y pommac.
Eso es dulce y quiero estar en el cumpleaños marinero.
Me pidió que suba fotos de la obra.
Mi obra.
Nuestro obra.
Es el blog nuevo que estoy armando con mi hermana Isabel.
Nos toca describirnos. Quienes somos.
Ella va a contar de mi, y yo de ella.
Es desafío, pero muy lindo.
Como la canción que hizo Anita y que no conté nada. Creo.
Habla de una sueca. En la boca.
A mi me salió litros de lagrimas.
Es madre contestando esas preguntas que lo le hize, sobre eso de tener 25, 26.
Y que me deja pensativa.
Y que después ellas se toman un avión para sentir calor en hombros.
Yo nececito que alguien toque mis hombros y cuello
Hay películas y un señor que habla del barco copenhagen y cuanto adoro yo esa ciudad.
Es un otro que quiere tocar en la iglesia. Y bailar salsa.
Que no es lo mío, pero puedo mirar.
Eso si es de lo mío.
Mirar y observar. Soy experta y me facina.
Y esperar un poco. También.
Vamos a tomar un café para despertarnos y talvéz ver la nueva de Woody.
Hay tanto para ver.
Y escuchar.
Y leer.
Chusmear. Abrazar y llorar.
Al final salió mucho más de lo que fué mi intención.
Igual parece que allá hay menos verano que acá.
Pienso en que lindo sería eso de una lluvia de noche.
Si, creo que estoy con ganas de verano.
Calor tropical y húmedo. Pegajoso maravilloso.
Patio y pelopincho. Ya lo ví.
La terazzita también. Y esa cerveza con limón que cuenta Eli en su mail Hemingway.
Pero también va a estar bueno. Todo a su tiempo. Si.
Los días y semanas siguen pasando demasiado rápido a mi gusto.
Que ya llegó la hora de irse. Me asusta.
Tenía ganas de quedarme la tarde en la barra del sueco y hablar con Anita.
Si, que hay mucho allí dentro para sacar a la luz.
Es Merlina que se va a Suecia y papá que cumple años arriba de su barco.
Y que el pidió la torta prinsessa y de mazapán y pommac.
Eso es dulce y quiero estar en el cumpleaños marinero.
Me pidió que suba fotos de la obra.
Mi obra.
Nuestro obra.
Es el blog nuevo que estoy armando con mi hermana Isabel.
Nos toca describirnos. Quienes somos.
Ella va a contar de mi, y yo de ella.
Es desafío, pero muy lindo.
Como la canción que hizo Anita y que no conté nada. Creo.
Habla de una sueca. En la boca.
A mi me salió litros de lagrimas.
Es madre contestando esas preguntas que lo le hize, sobre eso de tener 25, 26.
Y que me deja pensativa.
Y que después ellas se toman un avión para sentir calor en hombros.
Yo nececito que alguien toque mis hombros y cuello
Hay películas y un señor que habla del barco copenhagen y cuanto adoro yo esa ciudad.
Es un otro que quiere tocar en la iglesia. Y bailar salsa.
Que no es lo mío, pero puedo mirar.
Eso si es de lo mío.
Mirar y observar. Soy experta y me facina.
Y esperar un poco. También.
Vamos a tomar un café para despertarnos y talvéz ver la nueva de Woody.
Hay tanto para ver.
Y escuchar.
Y leer.
Chusmear. Abrazar y llorar.
Al final salió mucho más de lo que fué mi intención.
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