Oh yeah beib

Es el poster de una película de los setentas con Robert Redford.
Yo lo vi en un blog.
Obvio.
Si no, donde.
Y ahora lo quiero grande en un marco de madera sobre mi pared blanca.
Sisi, allí iría tán perfecto.

Hoy es día oportuno.
Para los 70 as, kitch y fuego a leña.
Ultimos días hubo muchos fugones en el barrio.
Por el partido.
Por el verano que hizo un día
y por la fiesta del vecino.


Que puedo decir.
Me encanta esos fuegos y todo lo que traen. Atraen.

Mañana va a ver uno en mi casa también.
La primera.

Después hay accidentes y talves ves lo más íntimo de una otra persona.
Sin que ninguno de ustedes estaba preparado.
Ellos me cuentan y yo me lo imagino.
O como que se muere Mette y se siente lejanamente cerca.
Por alguna razón.
Y mientras que pasan esas cosas.
Pasan otras también.
Millones de universos pasando en paralelo a todo.
 
Mariano viene a mi casa a cenar y de su mochila enorme saca una cerveza.
El de verdad es grande ahora.
Y que algo cambió.

Pienso en mis hermanas que andan por francia y seguramente andan en vestidos y tienen calor en los brazos.
Formar parte de eso.
Mientras camino con Kubric a lado y abajo de esa autopista dónde se ve los barcos grises y el cielo que no se sabe que color tiene.
Aunque ayer estaba rosa.

Es agua con limón y hongos con ajo y aceite de oliva.
Es mirar por abajo cuando camino y en vez de encontrar dinero, Vero encuentra a mi.
Es cenar con Gabriel pero que no había sorrentinos y el habla de lo mediocre que es eso.
Es Agus que pinta lila.

Después estan los ruidos.
Ayer eran muchos y fuertes.
Y esa puerta que se abre.

Para hoy deseo más silencios de esas y menos ruidos de los otros.
Música suave de fondo y aromas de maderas.
Y que algo salga de esa hoya.
Una o unas películas y poner clavos o ordenar paredes con colores.
Ordenar palabras y pensamientos.
Que yo pienso que estamos bien así y que son círculos.
Ahora.
No siclos.
Circos.