Friday, 10 August 2012
prologo
Es 9 de agosto cuando leo el epilogo de ese libro y que fué justo escrito un 9 de agosto pero en 1951. Es curiosa casualidad. A Anita le pasa esas cosas. A mi no. Sebastian y su hijo son uno de los mas grosos que he conocido creo. Y eso que no los conosco en realidad. Pero veo su trabajo, sus manos, sus ojos. Las fuerzas que tienen. Trabajan en par. Y cuando trabajan casí no hablan entre si. Pero se nota la conexion que tienen desde lejos. Ahora no hay más techos de chapa en el patio al fondo y hay más luz que nunca. El baño esta blanco. Casí demasiado. Blancuras. Como yo me veo en el espejo del vidrio en el colectivo. Pálidez. Comemos tarta de nuez con cafés con leches. A Kubric le pica las pulgas. Y pide salir. Entonces damos una vuelta enorme sin darnos cuenta de. Pasar por la Usina, pasar por el terminal de 130 y cruzar. Ir a ese otro lado. Dónde no camina gente. Pasa autos y camiones nomás. Y se ve de esos barcos abandonados entre el barco Kasino con sus luces de neon. Y fuerte. Porque es un poquito de fantasma, eso de barcos abandonados? Harcernos recordar de otras epocas. Fueron más gloriosas o eso era lo que creian. Lo que creemos. Darsena. 1, 2 y tres. Hombres corriendo. Agitando. Cuando volvemos, Kubric pide agua y yo pido meter pies en agua caliente y con sal. No los estoy cuidando mucho. Hoy quisiera otra porción. Ver fotos de veranos pero de papel. Y soñar un poquito sobre eso. O imaginarme futuros veranos en una casa que esta haciendose cada vez más y más linda. Como yo ahora (y tocamos maderas) duermo profundo y mucho allí arriba. Tranquila. Estoy. Talvéz Ane Brun.
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