Ursula

Descubrir cosas.
Mis nuevas caminatas que antes no hacia porque antes no había un Kubric y todo eso.
Significan más. De lo que yo pensaba.
Ver cosas que antes no veía.
Se inventan historias en mi cabeza, junto fantasmas en las esquinas y estoy atenti a lo que me dicen los edificios.
Hay hermosuras por todo lados que miro.
Y me dicen cosas que no sabía que iba a escuchar.

Es un escape un poco creo.
Es la buena excusa.
Y sin intenciones.
Todo viene nomás y yo estoy abierta al recibir. Lo.S.

Mery entrega dibujos que valen fortunas y espero que ella se de cuenta de eso.
Pronto me decoraré con una de ellas.
En espalda.

Cuando vuelvo a  casa está la suerte de que mi tía trajo su pan de Bariloche.
Que es mi pan favorito.
Lo como con miel y queso.
Con dulce de tomate y queso.
Dulce de damasco y dulce de mosqueta.

Muy dulce esa boca.

Pruebo miles de luces, hasta encontrar el eje y equilibrio.
Mucho se trata de eso. Justamente.

Cocino largo y lento y es un proceso lindo.
Porque Cacho está en el cuarto haciendo cruzigramas y Elsa en el sillón de mimbre pasando una receta de mufins con queso azul y nuezes a mi libro de recetas.
Eran fantásticamente riquísimas.

Mientras yo lavo la verdura, pelo y corto ella cuenta y habla.
Como hace ella.
Y es un especie de tranquilidad que me trata suave.
Talvéz es por la casa.
Y que es lindo pensar que ella esta en mi casa y me toca a mi, recibirlos.
Siempre es al revéz.
Ahora hay un vino en la mesa que trajieron ellos.
Cuanto dice eso, de todo esto que siento.

Y que en un momento Elsa dice que su mamá, mi abuela se murió a los 26 años.
Que esa es mi edad y no puedo evitar pensar como habra sido todo y si ella se sentía chica como yo.
Teniendo dos hijos y hombre.
Como se sentía, que pensaba de las cosas y de la vida.
Cuales era sus preocupaciones y alegrías.
Estaba ella feliz, contenta?

Milmillones de preguntas.
Siempre yo.