Thursday, 29 November 2012

La princesa y el dragón

Ahora hay globos de colores en mi cama sin hacer.
Soplo aire y dejo que uno de color amarillo vuela sobre los techos del vecino.

Después me pongo vestido, sabiendo que por la noche voy a sentir frío.
Supongo que hay algo de eso que me gusta.
Al final.

Despertarse en ese cuarto, también me hizo sentir que seguía en esas vacaciones raras.
Entretiempos.
Es una luz particular lindo que entra entre los huecos y hace caras y cuerpos verse distintos.
Tálvez honestos y en su perfecto lugar.
Yo te veía distinto desde mi lugar.

Y es placer.

Con Anita y por la noche vientosa con luna llena, tomamos lugar en la casa y la cocina.
Había y hay tantas cosas para contar y escuchar.
Y que estábamos de acuerdo con ellas.
Las empanadas que ibamos a pedir, el vino que ibamos a abrir y así.
Mirar las fotos del otro día y confirmar.
Que sí.
Había algo.
Y que se ve. Tan evidente.

También es muy lindo saber que están allí.
Y que me esperan.
Y que va a ser paso a paso.

Tarde vuelve Markus el alemán.
Que por algo también llegó a esta casa.
Me cuenta del robo y se hace las dos y media de la mañana.
El está bien igual.
Tiene puesto una paz y lleva calma adentro.
Lo miro y admiro.

Markus y Kubrick se llevan muy bien y parece que hay un amor particular entre ellos.
Las australianas se fueron y el aire cambió un poco a su partida.
Yo cambié el cuarto pero de eso creo que ya conté.

Si tienen paciencia, va a aparecer fotos de la fiesta de la calle del lunes.
Hay muchas y quiero subir cada una de ellas. Casí y por eso.

Hoy toca jueves y yo estaría para un Julio & Agosto o un Chicana en el tasso.
Porque hoy también hay viento y mi perro está acostado en mis pies durmiendo tranquilo.
Que su día sea de esas que te vas a acordar de.

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