Thursday, 14 February 2013

Un jueves

Hay una niebla calurosa y pegajosa sobre la ciudad y su gente.
Es blanca y pesa.
Nos hace mirar un poco por abajo y llevar los hombros gachados, en vez de derechos.

Anoche hubo partido internacional en el barrio.
Y se sentía.
La gente estaba más azul y oro que nunca, pero no me llegó tanto.
Sentí más olor a cerveza y cuerpos humanos.
Tampoco sé como terminó.

Nosotras fuimos al centro okinawense y allí también estaba Jorge.
Que nos contó un poco de el.
Pero esta vez, verdaderamente verdadero.
Nos tocó mesa más linda y fué lindo de punta punta.
Tuti.
El regreso en el 53 también.

Antes había pasado Mariano para reflejar sobre la vida con un vaso de jugo.
Eso había agregado cosas lindas de ese día también.

El vecino de a lado, con el perro viejo y enfermo, ya no me saluda.
Se ofendió porque no dejo que Kubrick se acerca.
Por las dudas.
Pero más por el otro perro.
Y el lo debe haber tomado personal.
Muy personal.

Decidí que no puedo hacer nada sobre eso.
Y tratar yo, de no tomarlo personal.

Esta noche hay cena casera en casa.
Con invitada.
Parece que va a haber champagne.
Y eso dice mucho.

Pero antes hay que preparar clase de sueco.
Caminar y sudar.
Tomar café y cerrar un poco los ojos.
Respirar profundos.
Y mirar.

Verdaderamente.
Mirar.

2 comments:

  1. Ayyy...Dios...el día que escribas un libro...tenés el don Karin...te lo puedo asegurar...es un placer leerte...no lo desaproveches, empezá con borradores, largate a madurar un libro, capítulos, historias, reflexiones, dale color, empezá a gestarlo, tus lectores lo van a disfrutar mucho, estoy seguro de eso.

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  2. Alberto!
    Yo preparo el libro mientras vos prepares tus canciones!

    Gracias por todo lo lindo que decís.

    Te veo pronto.

    Beso, K

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