Surinam

Podía haber sido un poquito como en una película.
Por la lluvia que caía allí afuera de esa ventana.
Porque la luz adentro era poca y verde de esas lámparas.
Y la mesa y los bancos de madera.
Chiquito y apretado.

Calor rodeaba esa mesa cuadrada.
Calor y algo más.
Como de chispas.
La ronda de preguntas.
Conocer un poquito más.
A esos ellos.
Que eligen estar en ese lugar.
Y compartirlo conmigo.
Ese calor.
Esas chispas.
Esas cervezas.
Felices.

Querer detenerse un rato más en justamente eso.
Ese momento y con esas personas.

Después doblarlo, muchas veces y guardarlo.

Salir en la lluviá que paró mientras hablabamos de esas cosas importantísimas nosignificantes.
Volver a tu casa por las calles desnudas y sin cuidados.
Saltar las baldosas flojas, montañas de basuras y charcos sucias.

Y sentir pureza y honestidades hermosas.