Saturday, 28 September 2013

Bella Vista


Pareciera que las fotos pesan mil quilos.
Tál vez es así.
Èramos muchos.
Las personas y los niños.
Como si fuésemos cosas distintas.

Cambiamos tren por lolis.
Y que eso también fué lindo.
Andar en ella.
Pasear y ver la ciudad, desde su punto de vistas.
Su manera de verla.
Ahora veo.
Que hay muchos lados de la ciudad.

Había lluvia, asado, vino casero y un poquito dulce.
Dibujos animados y ipads, iphones y ai no sé qué.
Postres de manzana y con amor.
Una mesa inmensa y todas esas energías mezcladas.
Raro.

Un sábado que parecía más un domingo.

Pero lo más lindo fué el paseo por Bella vista.
Me nutró más que la carne, el vino y las manzanas.
No sé si fué por como bajó el sol que pinto el cielo un poco rosa, por la calma o ese edificio antiguo que vi.

Creo que me trasladó un poco.
No sé si a Delvi o a un otro lugar que en realidad no existe.
Pero sentí calor y esa cosa de confirmación.
De estar en el lugar correcto.
O tál vez más que correcto, es un, el lugar para mi.
Dónde quiero estar.
Dónde siento esas cosas que no sé como decir en, con palabras.

Lo nececitaba ver.
Para sentir.

Para soltar.

Es eso.

Friday, 27 September 2013

Vårvindar

Ver imágenes lindos y hundirse un poquito en ellos.
O usarlos como un respaldo.
Son jardines, sillones grandes y a besos en barcos sobre lagos lejanos
Estar allí, imaginatorio.
Es suficiente.
Y que lindo, que con eso alcanza.

La primavera que llega de a poquito, en dosis y en tramos.
Lapsos de tiempos, veredas y en algunas esquinas.
Lo puedes encontrar.
Es un poco tímido nomás.
Cómo ese fantasma que viene de visita sobre mañanas y algunas noches.
Es más un escuchar que ver.
Esta vez.

Y entre eso, yo trato de sentir también.
Lo que se escucha pero no se vé.
Creo que están allí en algún lugar.
Las cosas que se siente.
 
Pero que no se puede tocar.

Wednesday, 25 September 2013

Puede ser




Que esto sea la primavera.
Que no se va a poner más caluroso que esto.
Hasta el verano.
Y que si es que va a ser así, vamos a estar bien igual.
Creo.
Porque hay el peruano con mucho cilantro.
Hay vistas al rio de piso 12 y falafel.
Hay Mariano y lo que sale de el.
Hay alguien que te corte el flequillo con mucho cuidado y perfección.
Hasta cariño díria.
Están los que se preocupan.
Hay sol y un crema de Nivea humectante.
Están los que te escuchan.
Está que podés archivar desde el suelo en alpargatas.
Los que te abrazan y dormir hasta la hora linda para levantarse.

Poder hablar.
Ventilar.
Decir lo que te pasa.

Nunca hablé tanto.
Nunca dije tantas verdades.

Hay un suspiro limeño sobre eso