El no levanta más las cartas del suelo.
Tál véz ahora junta otras cosas.
Más significativas o importantes.
Era la hora temprana por la mañana.
Esa hora perfecta y que cuando es feriado, es aún más tranquilo.
Con el sol de un lado y Kubrick en el otro, nos despedimos.
Padre me abrazó fuerte y pidió que coma más.
Yo veía las dos espadas en el piso y el calor de los brazos de padre entró en cada poro y rincón de mi cuerpo.
Le dije que si, que me voy a cuidar.
Que voy a cuidar a mi hermana también.
Y se fueron en la Lolis.
Di la vuelta y volví a acostarme por más que la mañana estaba así de linda y calmo.
El cuerpo y la cabeza pedía más cama y almuhada.
La segunda mañana eran las casí doce.
Y la despedida de padre parecía un otro día.
Las mañanas y cuando es fin de semana con Eva en casa son lindas.
Es mate en el patio en los cuadraditos dónde pega el sol.
Son pies desnudos y brazos gozando en las gotas de luz.
Caras de mañanas despiertas pero dormidas.
Hablar de los sueños y de como hablamos.
Porque usamos esas palabras y en que calle vivieron.
Las personas.
Y ahora hay Vicky también.
Con su pelo mojado y de primavera en vestido de colores.
Ahora estan sus pies y su presencia también.
Es nuevo y algo cambió.
Hay más fuerza y que esos pies parecen más firmes.
Salimos en la primavera y vemos a Van Gogh.
En tres d.
Con mitad de mundo de gente.
Me hundo poquito en esos cuadros, las texturas y los colores.
Me sale suspiros de placer.
Que lindo suspirar así.
De esa manera.
Nos miramos en el espejo con el edificio y después sacamos esa foto kitch.
En el dormitorio de Vincent.
Es amor, sacar esa foto.
Volvemos a salir a la primavera, aunque los arboles ya parecen de verano.
Como que están más adelantados que nosotros.
Será que nosotros nececitamos más tiempo.
Para prepararnos.
Después es una mesa afuera.
Es una esquina y a lado abrió un lugar de bagels pero nosotros queremos penne rigate con salmón y hamburguesa trucha y todo sano.
Aunque el vino es blanco y frío.
Yo seguía suspirando y creo que ellas también.
Aunque en el medio más vale que hay sales que pican ojos y te hace llorar un poco.
Pero después hay café y es un poquito dulce.
Y es una combinación linda.
Volviendo a casa hay más olor y sabor a verano que de primavera.
Se escucha grillos y es brisa suave.
Creo que me encontré.
Tál véz ahora junta otras cosas.
Más significativas o importantes.
Era la hora temprana por la mañana.
Esa hora perfecta y que cuando es feriado, es aún más tranquilo.
Con el sol de un lado y Kubrick en el otro, nos despedimos.
Padre me abrazó fuerte y pidió que coma más.
Yo veía las dos espadas en el piso y el calor de los brazos de padre entró en cada poro y rincón de mi cuerpo.
Le dije que si, que me voy a cuidar.
Que voy a cuidar a mi hermana también.
Y se fueron en la Lolis.
Di la vuelta y volví a acostarme por más que la mañana estaba así de linda y calmo.
El cuerpo y la cabeza pedía más cama y almuhada.
La segunda mañana eran las casí doce.
Y la despedida de padre parecía un otro día.
Las mañanas y cuando es fin de semana con Eva en casa son lindas.
Es mate en el patio en los cuadraditos dónde pega el sol.
Son pies desnudos y brazos gozando en las gotas de luz.
Caras de mañanas despiertas pero dormidas.
Hablar de los sueños y de como hablamos.
Porque usamos esas palabras y en que calle vivieron.
Las personas.
Y ahora hay Vicky también.
Con su pelo mojado y de primavera en vestido de colores.
Ahora estan sus pies y su presencia también.
Es nuevo y algo cambió.
Hay más fuerza y que esos pies parecen más firmes.
Salimos en la primavera y vemos a Van Gogh.
En tres d.
Con mitad de mundo de gente.
Me hundo poquito en esos cuadros, las texturas y los colores.
Me sale suspiros de placer.
Que lindo suspirar así.
De esa manera.
Nos miramos en el espejo con el edificio y después sacamos esa foto kitch.
En el dormitorio de Vincent.
Es amor, sacar esa foto.
Volvemos a salir a la primavera, aunque los arboles ya parecen de verano.
Como que están más adelantados que nosotros.
Será que nosotros nececitamos más tiempo.
Para prepararnos.
Después es una mesa afuera.
Es una esquina y a lado abrió un lugar de bagels pero nosotros queremos penne rigate con salmón y hamburguesa trucha y todo sano.
Aunque el vino es blanco y frío.
Yo seguía suspirando y creo que ellas también.
Aunque en el medio más vale que hay sales que pican ojos y te hace llorar un poco.
Pero después hay café y es un poquito dulce.
Y es una combinación linda.
Volviendo a casa hay más olor y sabor a verano que de primavera.
Se escucha grillos y es brisa suave.
Creo que me encontré.
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