Lo buscaste.
Dice ella con voz franca y honesta.
Tiene razón.
Y pienso que ando buscando para dejar de buscar eso que no voy a encontrar.
Es otra cosa que se esconde en los caminos y en los pasos que hago.
Es viernes en un noviembre sin definiciones.
Pero que son seis, los señores con sus bandoneones.
Cuatro, las mujeres con instrumentos de cuerdas.
Y uno, el del contrabajo.
Queda la última.
En casa hay gallegas uruguayas que aún no conosco.
Un espacio vacío desde que Liselotte fué a buscar su amor.
Para ver si todavía estaba allí.
Hay como para hacer chocotorta, o eso me parece.
Y una invitación para acercarme en todos los sentidos a su Mexico.
Es una casa llena de mujeres y distintos lugares.
El mismo lugar.
Y el perro.
Se llama Julia Pott y sus ilustraciones son muy lindas.
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