Saturday, 2 November 2013

En el otro chino

En el otro chino sigue todo igual.
No sé porque esperaba otra cosa.

Es calmo y lindo también, que algunas cosas no cambian.
Es la misma cajera, que tiene cara de dulce y te la imaginás venir de un lugar muy diferente a este.

En el otro chino, el que ahora es el presente, la hija de la dueña baila como si los pasillos del negocio fuesen pistas en una discoteca.
Es niña y inocente.
Quisiera animarme y bailar con ella.
Pero cuando me ve, para y le da verguenza, que yo la haya visto.
No sabe que la equivocada y vergonzada soy yo.

Lo que no sé en realidad es es del pasado, futuro y presente.
Que es que y porque lo divido, defino y quiero tratar de organizar.
Si uno vuelve al chino del otro año, quiere decir que estoy visitando el antes?
Y si e así, que estoy buscando?
Revolviendo en el pasado.
No es el presente, la sonrisa que ella me dá y simplemente es variar y cambiar.
Pensando que va a ser bueno para el supuestamente futuro?
Enfrentar lo de antes y estar en el presente.
Para un futuro?

Para ese entonces, Berta se había calmado un poco y la noche andaba tibia.
Como su té.

Liselotte se fué a divertirse con lo que llamamos chamuyo.
Ella iba a eso, el creía otra cosa.
Pero se divertieron en ese juego.
Los dos sabiendo que en eso no hay tiempos.
Justamente.

Ahora la heladera está en otro lugar y es con las puertas abiertas que hago todo ahora.
El sol a esta hora deja la pared de ladrillo rosa.
Y volvió el saxo.
Sus vecinos lo deja tocar.

Y que vi dos lugares donde quiero ir muy pronto.
Hacía rato que no recorría el barrio vecindario.
Que no fuí a la feria y que no miré por arriba.

Entonces hicimos todo eso.
Encontré vestidos.
Me acordé de Samina y tomamos café en uno de esos lugares.
Dónde todo está venido para atrás, el mozo también.
Pero que el insiste en ponerse la camisa blanca, el chaleco negro y el moño.
Impecable es el.
El ve otras cosas en esas paredes con manchas de humedad y hasta debe llevarse bien con la cucaracha que cruza por abajo de sus pies.

Vi el cielo y la primavera que hay solamente en los arboles y en el canto de los pájaros.
Y que está bien así.

Está de viaje y está tardando un poco en volver nomás.
En llegar.
En encontrarnos.
Encontrarse.

Y el chamuyo que hay en el medio.
Cucháaaame.





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