Un lugar con vista es el nuevo lugar.
Por más que la vista no sea un mar inmenso.
Es más el concepto vista, que el contenido de la propia vista.
Es más el hecho de las ventanas y su luz, que de lo que hay en la luz.
No sé si es la mala costumbre.
La falta de.
O si es realmente un privilegio.
Yo lo siento lujo.
Directamente.
Es cuento y mágia a la vez.
Por eso ahora el miedo que me lo quiten.
Que se cambien de idea.
El habla del acceso del baño y de la falta de calor.
Pero de ese calor de verdad que yo ya casi ni conozco.
Ese calor para que no pases frío en inviernos.
Pero para mi el calor ya está.
Ese calor que ya existe por el lugar en si.
En las paredes, en las ventanas y en esa escalera de madera.
Es allí donde esta.
Lo verdadero.
Lo real.
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