No las conté pero creo que son como veinti algo.
Son las cajas.
Algunas apiladas.
Algunos superpesados.
Otros, no tantos.
Pero allí están.
Juntos.
Tranquilos.
Esperando su nuevo destino.
Es el nuevo lugar.
Tal vez soy yo, una de esas cajas.
Tranquila.
Más ahora.
Que entendí de lo que se trata lo otro.
Que era, y es un juego nomás.
Dónde las reglas son superclaras.
Y si no juegas limpio, no puedes participar.
Y que eso esta en vos.
Decidirlo.
Todavia no me decido.
Por ahora es un teclado a parte.
Es la película de Woody Allen.
Es una tarta de cebolla como en mi infancia.
Es lavar todo y dejarlo secarse en el sol.
Volver a dormir la siesta abajo el ventilador y sentir que es verano.
Que vos sos la primera en despertarte y sacar el perro.
Comprar las facturas, las frutillas y preparar el cafe con leche.
Desayunar en el patio.
Almorzar en el patio.
Cenar pochoclo con manies y cerveza en el patio a las once y media de la noche.
Prender el espiral para asustar lo mosquitos y darte cuenta recién allí en realidad que ya esta aquí.
Esa época del año.
Cuando es vestido con espalda desnuda.
Pelo corto, pero igual atado para no sentir el calor.
Y todo lo otro.
Hermoso.
Como el balcón de tu hermana en San Telmo.
Que Ebba se instaló en la casa y que eso significa mucho más sonrisas que antes.
Que mañana sea lunes y que no pasa nada.
Que hay un eco en la casa, pero que es un eco de alivio.
Entonces es como que estamos todos bien.
Como tenemos que estar.
Son las cajas.
Algunas apiladas.
Algunos superpesados.
Otros, no tantos.
Pero allí están.
Juntos.
Tranquilos.
Esperando su nuevo destino.
Es el nuevo lugar.
Tal vez soy yo, una de esas cajas.
Tranquila.
Más ahora.
Que entendí de lo que se trata lo otro.
Que era, y es un juego nomás.
Dónde las reglas son superclaras.
Y si no juegas limpio, no puedes participar.
Y que eso esta en vos.
Decidirlo.
Todavia no me decido.
Por ahora es un teclado a parte.
Es la película de Woody Allen.
Es una tarta de cebolla como en mi infancia.
Es lavar todo y dejarlo secarse en el sol.
Volver a dormir la siesta abajo el ventilador y sentir que es verano.
Que vos sos la primera en despertarte y sacar el perro.
Comprar las facturas, las frutillas y preparar el cafe con leche.
Desayunar en el patio.
Almorzar en el patio.
Cenar pochoclo con manies y cerveza en el patio a las once y media de la noche.
Prender el espiral para asustar lo mosquitos y darte cuenta recién allí en realidad que ya esta aquí.
Esa época del año.
Cuando es vestido con espalda desnuda.
Pelo corto, pero igual atado para no sentir el calor.
Y todo lo otro.
Hermoso.
Como el balcón de tu hermana en San Telmo.
Que Ebba se instaló en la casa y que eso significa mucho más sonrisas que antes.
Que mañana sea lunes y que no pasa nada.
Que hay un eco en la casa, pero que es un eco de alivio.
Entonces es como que estamos todos bien.
Como tenemos que estar.