Acostumbrarme a acostumbrarte

Pensé que la transparencia podría ir bien.
Eso de ver la tierra y los raices.
Verlo crecer.
El orégano.

Aunque no lo había pensado así hasta que lo ví.

Hacia mucho que no iba al ejercito de salvación.
Hacia mucho que no sentia esto.
Tanto, que me había olvidado como era.
Por eso necesitaba llenarlo con todo lo otro.
Creo.

Tomar un colectivo que te lleve un poco más lejos de costumbre.
Comprar cositas no tan necesarias.
Como la transparencia.
Tomar el cafecito en Bar Roma e ir a ese otro santeria y comprar otro pedazo de palo santo.

Un estado entre flotar y nadar.

Caminar otros calles con Kubrick.
Que son las viejas calles que ahora son como nuevos de nuevo.
Como volver después de un tiempo.
Estar de este lado de la avenida otra vez.
Que aveces parece más a un río.

Que se sentía estar aca.

Es un hola como estas tanto tiempo, con un, no hace falta decir nada.
Si ya nos conocemos.

Ahora es primero de diciembre y es escuchar los vecinos bajar la persiana.
Otro puteando porque se cortó el cable y esta enajodísimo porque pierde un partido.

Es diciembre y hay que ponerse buzo.
Es Livia que cumplió ya los nueve meses y vos la ves por la camera y parece un osito.
Y que hay una fecha que ellos van a venir a estas tierras.

Es diciembre y tengo un pasaje guardado en el cajón del escritorio que me va a llevar al otro lado del río.

El río de verdad.