Ella dice que el tiempo es un lugar

En el mes que se supone es el más caluroso de todos, nos viene a visitar el señor otoño.
En su bolsa de tela gruesa lleva entre otras cosas: ocho duraznos, un viento que levanta los vestidos de las chicas que insisten con el verano, manies con sabor a wasabi, canciones de otros lugares, palmitos, bebés por llegar, verdades dichas en frases nuevas, tapaciones y noticias de Linda.
Tantas cosas que puedan entrar en una bolsa de tela.

Quisiera que se quede un rato a charlar.
Que me cuente de todas esas cosas.
Como un anticipo.
Una preparación.
Y que me ayude a resolver otras.
Como eso de destapar la bañadera.
O hacerme reír un poco más.
Podríamos comer el wasabi mientras.

Padre avisa que está en camino.
Quiero que el me cuenta que pasa al otro lado del río.
Se que me va a decir que lo puedo leer.
Pero es más entretenido tenerlo a el en vivo, al otro lado de la mesa, con su copa de vino y con Alicia a lado.
Ella riéndose de las cosas que el dice.
Corrigiéndolo donde el se equivoca.
Y haciéndole acordar de las cosas que el se olvida de.

De eso va a escribir el después.

Hoy es viernes en un llegando a fines de febrero.
Hoy comí uno de los ocho duraznos y envolví uno de las frases para pasarlo en blanco.

Feliz fin de semana!