Fin de semana familiero aunque no sabemos bien lo que es eso

Un domingo ideal puede ser cuando uno de tus padres se encuentra en la misma ciudad y puedes invitarlos a tu casa para tomar el te con su novia.

Es un domingo gris y un poco lluvioso.
Vos dormiste como un bebé porque el día anterior comiste ñoquis caseras y torta de zanahoria en esa casa que siempre esta linda.

Te pones a hacer un budín de pepparkaka porque ultimamente te pusiste a ser media casera, o te has vuelto a hacer ella.
La que hacía.

Pones a Ella y a Gil.
Tus amigas domingueras.
Y llega tu papá con su Uruguaya y preparás café con cardamomo y que toda tu casa huela a eso.
Prendes algunas velas.
Le mostrás las fotos de Suecia y ellos muestran las suyas.
Kubrick pide mimos y Alicia lee las cartas.
Papá te auyda a arreglar el placard y después tomamos el 64 para ver pelicula dominguera en Gaumont.
La película es linda.
Y lo que es aún más lindo es que cuando salimos todavía hay luz de día y es más que las seis y media.
Quiere decir que la primavera si existe y esta pasando.
Solamente que lo hace desde un lugar medio escondido.

Papá quiere al peruano y vamos a Status.
Que siempre este abierto.
Siempre esta tan abierto que casi pasas por percibido.
No registran tu llegada porque ellos están en su pausa.
Pero vos estás bienvenido igual.

Somos los unicos comensales.
Pues, es una hora rara para cenar.
Es perfecto.
Padre puede hablar sin gritar.
Es esa hora cuando nadie esta apurado.
No hay expectativas y nadie espera nada.
De nadie.

Pedimos lo que siempre solemos pedir y ponemos mucho picante a todo.
Afuera hace frío y allí dentro estamos protegidos, aunque no se bien de que.
Pero es esa sensación.

De postre pedimos Pisco Sour.
Y nos llega un poco de verano.
También nos da el calor que necesitamos para esperar el colectivo que nos va a llevar a nuestras distintas casas.

Fue lindo tener una dosis de domingo familiero.
Fin de semana familiero en realidad.

Se ve que le hacia falta a la sueca exiliada.