Thursday, 20 October 2011

Cuyano

Ahora si hay fotos. De un miércoles soleado y en bicicleta.
Porque al salir de la oficina estaba Martín sacando su bicicleta también y fuimos a buscar su Ramón en la guardería.
La calle Tacuarí es angosta y pasa autos y colectivos.
En realidad, muchas calles de Buenos Aires son así, y es imposible ir de a dos charlando. O vas atrás o vas adelante.
La guardería de Ramón queda en una callecita en Barracas, arboleado y chiquito.
El es todo un hombrecito ahora y parece que le gusta ir en bicicleta.
Fuimos a mi nueva heladería favorita que se llama Brunna y que queda en la calle Necochea, que ahora tiene un poquito un otro significado más.
El vendedor me cae muy bien y tienen ojos azules muy fuertes.
Llevamos medio kilo y seguimos para la casa de Agustín.
Yo quería su balcón y un poquito el sol en la cara antes de ir a mi cajón.
Pienso que voy a abusar mucho de su balcón durante los meses calurosos que se vienen.
Ramón es experto en comer helado y Agustín en cebar mates dulces.
Una mezcla media rara, pero vá.

A la noche los invito para que coman en mi casa.
Milanesa especial con albaca y muzzarela, salsa de crema y queso azul y noisette.
Y ensalada de fruta de postre.
Las pansas estaban muy agradecidas.

Y que las mañanas son muy lindas.
Es temperatura perfecta. Más para ir en bicicleta.
Son alparagatas y liviano.
No sé bien que tendrá ese mate por la mañana que te acaricie tanto.
Es un mano en tu mequilla, en una espalda, en tu panza y un poquito en el pelo.
Subo 20 escalones y estoy en la terazza de la iglesia y allí arriba es un poquito un otro mundo.
Vez el verde y el ladrillo. Sopla un viento en la nuca.
Es dos no quiero bajar. Trabajemos aquí arriba.
Medio a las escondidas.
Disfruto de días prepostfuturistaveranoprimavera. O lo que sea que es.

Ustedes como están?

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