Tuesday, 20 December 2011

Martes de vuelta en la ciudad

Vuelvo con cara colorada y el pelo un poquito más claro.
Puede ser una sensación también. Aveces es dificil diferenciar las cosas.
Tiré la mochila en el piso y comí un pan con huevo y kaviar. Casi ni llegué a eso antes que los ojos empezaron a pedir cama y almhuada.
Sueño de no se qué.

El viaje en Rutamar (que aparte es muy sesen/setenoso)fué muy placentero, como ellos mismos seguramente quiere lo pasamos. Placenetero. Asientos cómodos, primera fila que eso quiere decir "vista panorama", kit de golosinas, el mate y el sol bajando. Capturan la idea, no?
Hasta una película buena pasaron, con Brad Pitt y todo.
Lástima que lo apagaron antes que termine, pero bueno, no se puede todo, no?

El viernes graduamos, las chicas y yo. De foto, de Gustavo que dice las cosas como son, de cama solar que no dice las cosas como son, de pasillos vacios, de escalera de madera, de cuarto oscuro, de sala de tomas, de flashes y de baños sucios.
No pensé que me iba a emocionar tanto.
Hasta que estábamos allí, en el escenario con nuestras diplomas.
Y que hubiese gustado un poco ver la la cara de mamá y papá entre todas esas otras caras.
Pero con ver los padres de Mar y Sol, de Eli y algunas otras, y que apareció Gabriel, era suficiente. Y lindo!

Después de la muestra fuimos toda la tropa y más a Pedro Pizza en San telmo para comer una pizzas a la altura de ricas como la de agustus!
Aunque hay que seguir llendo a agustus por su puesto.
La tropa de foto formaba la mesa más larga que vi en una pizzeria creo.
Había casí que llamar a Mar y Sol por celular para hablarle, y eso que ní estaba en la mitad de la mesa.
Como para que tengan una idea.
Dos brindis y yo me fuía a la cama como para despertarme a las seis la mañana siguiente.

Que suerte es tener las familias de panadería y que ellos abren tán tempranísimo como para comprar esas facturas para llevar a ese viaje.
Medialunas y pepitas, dos termos de agua para mate y un poco nublado.
Llegamos a Villa Gesell antes del mediodía con mucha alta gama.
Check in en walkirias y comimos los sándwiches más ricas con arena y todo.
Y si, había viento, si no, no es la costa.
Caminar un poco, comer un poco más y tomarse esa ducha bastante buena (pero no sé si no gana flor de liz allí) para sacarse toda la arena y tirarse un par de horas en la cama para ver películas y series y sobre todo, mucha publicidad (un alta gama allí).
Cuando casí se había bajado el sol fuimos a Cartajena a comer unas pastas deliciosas con un vino más delicioso aún. De vecino teníamos uno parecido a papa noel que era médico y quería que me ponga de novia con su hijo (que ni siquiera estaba allí).

El otro día había un poquito más de sol y un desauyno de muy alta gama (ya paro, les prometo).
Tirarse en la arena caliente con libro, escuchar olas, caminar, dormir un ratito y volver a leer. Y así. Hasta que empezó a hacer un poquito de ruido la panza.
Allí fuimos a la casa de te suizo. Y mamita. Que delicia. s.
Y un por fin. Cuanto lo DISFRUTé!
Obviamente, después había que bajar todas esas delicias y caminamos hasta mar de las pampas por la playa.
Eso fué delicia para pies, piernas y cabeza. Pansa y alma.
Cada gotita de mi estaba agradecido. Que suerte poder hacer eso.
Fué volver en colectivo durísimo, pero ay que lindo, y cenar eso que es como calamar frito, que ahora no me acuerdo como se llama.

Dormir como bebé sin vecinos haciendo ruidos raros arriba o gatos peleandose.
El último día había más sol aún. Hubo un poquito más de playa y ese bar buenísimo con vista al mar. Cerveza helada con maní. Que más puede pedir uno?

Llegar a Retiro, siempre es un poquito un shock.
Por más que te fuiste un par de días nomás. Por más que haya sido Pergamino o Bariloche. La costa o Tucumán. Es como un golpe. En la cara.
La realidad, aqui lo tienes y tomá.
El contraste.

Y que siempre hay un micro para tomar. Y para volver.

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