Dónde se encuentra Russia en Buenos Aires.Son muchos los arboles verdes, pero desde ventanas de los edificios altos igual nos pueden ver.
En mallas, en toallas, con y sin gorros.
Se escucha los 40 principales. Por su puesto.
Pero es como un oásis.
Porque están las chicas que festejan el cumpleaños número 12 y festejan saltando en agua.
Hacen la bomba y el padre le saca fotos. El casí más contento que la cumplañera.
Y vos te acordas justo y precisamente como era tener esos 12 años.
También están las viejitas que hace más que añasos que vienen a este lugar.
La superarrugada y bronceada.
La que usa rayitos de sol, como en, quemáme por favor, rayitos de sol.
A la una empieza el aroma de madera en llamas. Es como un cuido de manta un día de invierno.
Que habrá arriba esa parilla?
Está el mantel que me regaló mi mamá. La azul con imágenes.
No sé qué tendrá nuestra familia que siempre usamos manteles como mantas.
Lo llevamos en la sangre. En playas y parques.
A lado está la mujer que está embarazada. Pero todavía no tanto.
Tiene revistas y libros de embarazos y bebés, pero sin parecer fanática.
Hace notas, escribe en su cuaderno.
Se tira al agua, sin cuido y es lindo verla.
Está Anita también.
Es muy en paz estar con ella. Es un suspiro profundo y hondo.
Ella dice que es como estar en vacaciones, y creo que es la descripción perfecta.
Hay libros, está el salvavidas y el chusmear y imaginar la vida de cada uno.
Es meterse al agua y sentir cada parte relajarse. Cuerpo flota y goza en descansar del sol.
Después tirarse e el piso piedra caliente y secarse.
Quedarse hasta que casí se baja el sol.
Despesirse de la mujer embarazada, que en una manera y en silencio, compartimos el día.
Lo último del sól y pasar por la feria de lezama para tratar de hacer negocios y cruzarse con una que evidentemente no las quería hacer.
Yo compré un vestido, que en realidad es un pyjamas, pero eso no le decimos a nadie.
Después hacemos paradas de cafés con leches, como de bares, pero en café.
La noche está linda.
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