Sos pegajosamente hermoso. Cuando no soplás ni una viento.
Más en esa esquina dónde esta Agus trabajando con su bebé falcon.
Es con mucho amor y cariño que lo toca.
La vereda está caliente y el mate también.
Es sábado en el barrio dónde no pasa nada en el mismo tiempo que pasa todo.
Son chimentos, viejas, autos que pasan y miran.
Esa medialuna en el techo, lejos de las hormigas y las palomas.
Es el telo y las compras.
Es estar traspirada y pensar que lindo va a ser esa ducha. Y si llueve.
Hacemos planos. Planes. De una casa con jardín y un otro pelopincho.
De llevar gente a pasear en esa combi que es verde y ni siquiera de nosotros.
Veo los nubes y creo que esta noche si.
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