Después del esfuerzo vino la "recompensa".
Y eso fué Ani con sus canciones y sus cuentos de aventuras.
En el patio, que es cierto que esta protegido por el viento, tomamos los mates y vimos la tarde conventirse en la noche.
Y cuandó llegó la noche, prendimos velas y vino Gus.
Con las papas que yo había pedido y ese papel que ahora se que se llama seda.
Como el libro. Que debo devolver. Alguna vez.
Gus contaba de taller y un poquito de su madre que dicen que es bella.
Y que no aparencia los 65 que cumplió.
Y así.
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