Es casí como si no me animo decirlo en voz alta.
Eso de que este invierno me trata un bastante suave y cariñoso.
Pero lo quiero decir.
Que desde el patio veo las estrellas y parece mentiras, porque dicen que en las ciudades no se ven.
Yo sí veo.
Que Sebastían pasó mágia en tán poco tiempo, cuando habíamos hablado de no tener expectativas.
Que en mi cocina hay amor más allá de las cartas y que sale alegrías con el pan alemán con manteca.
En la clase de sueco, Rocio trajo budín en sueco.
Era lo que nececitábamos.
Pienso que es mucha fortuna todo eso.
Ellos.
Volví rápido, sin frío y por un Belgrano vacío.
Ahora cuando paso por ahí pienso en Eli que está allá.
Es otro continente.
Me cruzé con Lala en mi calle sin querer, pero con querer.
Mucho.
Y estaba más contenta que el otro lunes.
Y que yo todavía tenía la pizza que había sobrado ese día.
Me contó de sus cosas y de los nuestros.
De que son pasos importantes. Ahora.
Tálvez es un poquito la cocina.
También que muchos pintan el drama por las paredes cuando yo creo que no es tán así.
Por Moyano y Cristina. Dicen.
Cosas. Es para asustar.
Yo miro todavía un poquito asombrada el moretón que dejaste en mi pierna.
Pienso que no sé nada de todo eso.
Entonces también pregunto a mi madre.
De ella cuando era como yo ahora.
Si pensaba en las misma cosas.
En cosas que duran, si duran.
Si nada dura.
Los días siguen volando.
Y yo sigo tratando de agarrarme.
Eso de que este invierno me trata un bastante suave y cariñoso.
Pero lo quiero decir.
Que desde el patio veo las estrellas y parece mentiras, porque dicen que en las ciudades no se ven.
Yo sí veo.
Que Sebastían pasó mágia en tán poco tiempo, cuando habíamos hablado de no tener expectativas.
Que en mi cocina hay amor más allá de las cartas y que sale alegrías con el pan alemán con manteca.
En la clase de sueco, Rocio trajo budín en sueco.
Era lo que nececitábamos.
Pienso que es mucha fortuna todo eso.
Ellos.
Volví rápido, sin frío y por un Belgrano vacío.
Ahora cuando paso por ahí pienso en Eli que está allá.
Es otro continente.
Me cruzé con Lala en mi calle sin querer, pero con querer.
Mucho.
Y estaba más contenta que el otro lunes.
Y que yo todavía tenía la pizza que había sobrado ese día.
Me contó de sus cosas y de los nuestros.
De que son pasos importantes. Ahora.
Tálvez es un poquito la cocina.
También que muchos pintan el drama por las paredes cuando yo creo que no es tán así.
Por Moyano y Cristina. Dicen.
Cosas. Es para asustar.
Yo miro todavía un poquito asombrada el moretón que dejaste en mi pierna.
Pienso que no sé nada de todo eso.
Entonces también pregunto a mi madre.
De ella cuando era como yo ahora.
Si pensaba en las misma cosas.
En cosas que duran, si duran.
Si nada dura.
Los días siguen volando.
Y yo sigo tratando de agarrarme.
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