Friday, 30 August 2013

Cielo despejado o ligeramente nublado.Vientos moderados del sector norte.

Jorge hablaba de los nubes, yo pienso en el cielo.

Hoy fué el primer día de medio gris, pero que de noche se puso azúl.
Entonces, y después del salmón, salí a caminar.
Justo antes que bajara el sol.
Alrededor ese canal.
Que antes seguramente significaba muchas cosas que hoy no se ve.

Hoy nos protegerá de algo?

El aire se siente puro, por más que madre se queja de que el aire aquí está sucio.
Ver las vías y el tren salir del estación.
Nubes en el horizonte.
El hotél con sus luces.
El parque.
Oler los últimos días de verano.
Y verlo en las personas.
Como sonríen y caminan.
No se dan cuenta tál vez.

Aveces nos damos cuenta después.

Hoy es viernes y voy a la biblioteca y junto una pila de libros y me siento en un sillón con vista al parque.
Si eso no es un lujo yo no sé nada de nada.

Después está eso de que todos y todas son lindas.
Se darán cuenta de su perfectividad en todo esta lindesa.
Su ropa, sus caras y posturas.
Fuertes también y me pregunto como harán.
Para llevar todo eso encima y puesto.
Como un traje.
O uniforme.

Alguna vez lo llevé puesto en mi también?
Lo sigo llevando o lo perdí?

Después vamos a ese lugar nuevo pero que es viejísimo en realidad.
Y que es un bar y restaurante.
Y que también puedes jugar ese juego, pero no sé como se dice en español.
Para tomar algo con sus vecinos.
Y es lindo todo.
Los amigos, lo que tomamos y el lugar.
Cruzarse con una persona que también fué a Javi.
De haber estado en ese mismo lugar pero en distintos tiempos, y haber sentido lo mismo.

Luego caminar en esa semilluvia y respirar.
Respirar y respirar.
Sentir el alivio en el respiro, suspiro y que se me vienen las palabras que se habían escondido.

Tocar timbre de padre y que el baja todo lindo como un galán en su ropa beige.
Tomar una copa y quesos en un otro lugar donde el mozo agarra una silla y se sienta a tu lado para explicarte.
Tomar el tiempo me cuenta.
Sé que es negocios, pero me gustó igual.

Linda y importante es la charla y la noche.
No hace ni un ruido de frío o de viento.
Y sale calor del aparato y da color a esos, nuestros cachetes.

Todas esas cosas que uno quiere decir.
Y darse cuenta que hay veces que no hace falta decirlo.
Que va a llegar igual.
Lo que quieres que llegue.
Sin decir nada.

Llega.

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