Vattenfall

La lluvia nos agarró de sorpresa, pero porque era fría.
El plan y lo pensado había sido distinto.
Si no fuera que.

Igual entramos en el mercado.
Para mirar y ver si algo nos inspiraba para más tarde.
Cuando íbamos a estar secos y calientes de nuevo.

Es extraña esa hora.
Volver a esa hora.
Cuando también estamos entre estaciones.
Ni una cosa, tampoco la otra.

El pantalón de verano, pero la campera de invierno.

Mi hermana andaba apagada.
Y yo la entiendo.
Me pasa lo mismo, pero llevo más tiempo acostumbrada a que sea así.
A veces y cuando te cuentan de cosas que anduvieron escondidos.

Salen tarde.

Me baño lento y el pelo mojado me llega pasado la nuca ahora.
Casi hombros.
Me siento un rato para que todo el agua me llega a tocar.
Y el calor.

La ropa de ayer huele a sahumerio.
Y a esas cosas que no me había dado cuenta de.
No los registré mientras pasaban.

Es después todo.

Empiezo otro libro y pongo una estrella azul para las noches cuando no duermo.
Después cuando es un otro día, así como la de hoy, pienso que no me quiero ir a ningún lugar.
Sé que está lindo afuera, pero ahí en el patio estás protegida.
No sé bien de que, pero es como una mano en la espalda.

Van a venir cosas y otras hojas llenas de palabras que no voy a entender.
El viento va a pegar fuerte y fresco.
Pero puede ser lindo también.

Y me pregunto un poco si me diría algo si nos llegaríamos a cruzar en el ascensor.