Wednesday, 6 August 2014

Lanas

Mi amiga que trajo calores se fue para visitar otros amigos.
Agarró su valija que nunca llegó a vaciar por completo y se puso en la parada del 168 para esperar un poco y luego irse bien lejos.
Para mi que sabía todo el tiempo que no se iba a quedar por mucho tiempo.
Por eso nunca llegó a vaciar la valija.
Por eso se fue casi corriendo, apurada.
Ni me dejó que la acompañara.
Tal vez por miedo de que yo suba con ella.

Así que me puse el gorro que alguien del coro de los ciegos se olvidó y salí a pasear con mr Kubrick.
El con sus pulgas.
Hoy empezó la batalla, el combate numero 23(5).
Contra ellos.
Nuestro arma, la pipeta.
Yo me hizo la "chistosa" con la vendedora en el veterinario.
Algo de comida de perros light porque se viene la temporada.
Se reía un poco.
Pero más en simpatía que otra cosa.

Soy malísma.

Mi otra amiga.
La que esta donde verdaderamente hace calor me llamó sin que yo lo supiera.
Ahora me arrepiento de no haber estado en casa para atenderla.
Me necesitaba y es muy probable que yo la necesitaba más.

Estaba en ese lugar que ahora es mi nuevo lugar.
Que está entrando en calor. De a poquito.
En velocidad de tortuga.
Pero en pasos.

Donde las ventanas son redondas y se ve árboles.
No se escucha el tráfico por más que esté allí nomas.
Y ahora hay Internet.
A cambio de que alguien se quedó sin tele.
Pero igual!
Es lujo.

Mañana habrá otros trabas y obstáculos.
Llamadas para hacer.
Caras para poner.
Pero no importa.
Mientras que esté Ebba o Eva.
O mi hermana o algunos de todos esos alumnos que dan calor y cariño.
Estamos bien.
Porque se puede hacer tres cafés con leches y sentarse diez minutos sobre una almohada.
Se puede escuchar alguien tocar el piano de la iglesia.
Y el otro día cantaba Johanna.
También puede ver silencios y alguien haciendo pochoclo.

Son muchas puertas que se abren y se cierran.
Constantemente movimientos.
Las maderas se escuchan menos.
El lugar se llenó de todas esas otrascosas.

Creo que también estamos todos encontrándonos, cada uno, en cruzándonos en este lugar.
En el medio de algo.
Es un nivel.

Y a mi me regalaron hermosos muebles que yo ahora no sé que hacer con.
Yo que iba a andar mucho más liviana a partir de ahora.
A partir de decir que me voy de aquí.
Dejo este lugar.

Pero, era un imposible decir no a.
Como dos porciones del lemonpie de padre.
No nó podía.
Por suerte es sin culpa y liviano.
No siento nada de peso.

Están allí.
Los tengo.
Y si me siguen hacía donde voy ahora va a ser lindo.
Si van a tener que esperar un poco.
Encontrarme, reencontrarnos en otro lugar.
Más lejano.
En un más adelante también va a ser lindo.

Lo bueno es los movimientos.

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