Monday, 29 June 2015

El contador simpático

Hay una cola de series policiales.
Ahora que aprendí como se hace.
Peligrosamente fácil.
Hermosamente danés.
Y sueco.
Y ahora inglés y noruego también parece.
Y eso que, salvo por la lluvía este fin de semana, no hay excusa para quedarse adentro.
Es más, casí me animo decir que hace verano sueco.
Por las madrugadas escucho uno que otro grillo perdido por ahí.
Y siento que los días van más para el lado de primavera que de invierno.

Es lindo por un lado.
Pero no estaría nada mal un par de días y noches sin explicaciones.
A mi que voy a llevar un mes menos de.
Un mes más de.

Ahora son esos días donde pasa un montón de cosas, pero silenciosamente.
Calmamente.
Por las dudas siempre llevo a la camerita, pero muchas veces no llega a ver la luz.
La dejo guardada para que yo me pueda guardar mejor en lo que es ese lugar y ese momento.
No quiere decir que no pasó, por no haber pasado por una maquina, un retoque de filtros o por la falta de luz.
Ese momento pasó por todos los lugares.
En cada vena, presente.
Por eso no lo vez.
Por eso no tiene que pasar por ningún lugar.

María había preparado milanesa de berenjenas que era una sensación sensacional.
Y antes de llegar a ellos había que primero pasar por otros lugares.
Campos y mares.
Como suele ser en esa cocina donde no existe el tiempo.

Después te vas con la panza llena y el corazón, ni hablar.
Más berenjenas y mesas de madera para el pueblo!
Así vamos a estar más felices.

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