Monday, 22 June 2015

Postfiestas

Después de las fiestas llega el lunes.
Siempre llega, tarde o temprano.
A mi me tocó tarde y fue casi mision imposible levantarme de la cama hoy.

Pero en el trabajo esta todo suave, tranquilo y silencioso.
Las tazas de café son dos y van sin leche.
Estamos probando de nuevo.
Así como probamos hacer la fiesta de Midsommar en la iglesia.
Y que salió pipi cucu.

Yo solo quería comer salmón y bailar me di cuenta después.
Y fue lo único que hice.
Algo me dejo llevar más que otras veces.

Tal vez fueron las velas en las mesas, las margaritas multicolor (me encanta decir eso) o el akvavit.
O tal vez las personas y la mescla de.
La cumbia con ABBA.
No se.
Pero lo que fué, funcionó.

El día siguiente ya era la tarde cuando me desperté por segunda vez.
El sol estaba fuerte y daba calor hasta en los pies.
Quería tomar el tren e ir a esa feria organica que Eva me habló de.
En el tren siguió un poco la fiesta de ayer, pero silenciosamente.
Hermosamente ese momento.

Guantes, chocolate sin tacc, te de jengibre y pomadas milagrosas y ya estaba para tomar ese café que ella prepara tan rico.
Chusmear de la noche anterior por su puesto.
Leer las cartasy hacer esas cosas que se hace y que tiene un aroma especial en ese lugar.
Algo que te lleva a noches frescas en pueblos con mar.
Fuegos, fogatas y viento frío.
Ese aroma a madera quemandose.
O si son hojas.
El cielo que se pone de rosa por el fresco que hace.
Es amor.

Después de haber dicho, bueno 10 minutos más y me voy por décima vez, me voy de verdad.
Combi para la ciudad y escuchar los pasajeros hablar de la peña a donde se estan llendo.
Estan contentos.
Se nota en el silencio que hay entre las frases.

Yo me voy para la fiesta de despedida de ella que tienen un novio Sueco y decidió probar su suerte allá.
Su departamento queda en un lugar que en otro vida era mi barrio.
Todo es tan familiar y es lindo aveces volver a encontrarse con Karin hace unos años atrás.
Por más que no la encuentro allí en persona, está igual todos sus pensamientos repartidos en las veredas, los árboles y en esas mismas vidrieras.

Su departamento es igual que Benito en sus azulejos.
Mismos colores.
Hay reposeras y chicas vestidas muy elegantes.
Estan los chicos de grupo y libros por todos lados.
Ella esta deshaciendose de su biblioteca y pide que todos agarren los libros que quieren.

Un par de horas más tarde cuando tomo el 152 para volver a casa, tengo dos bolsas de Coto lleno de libros.
Dos bolsas de oro.
Ocho kilos de historias que no conosco.
Mil horas de aventuras que me esperan.
Que afortunada.

El domingo paseo a Kubrick entre humos de asados por hacerse en el cuadro de pasto que es el jardín de todos.
Lleno mi biblioteca de su biblioteca y siento que esta entrando un viento fresco que es cálido a la vez.
Hablo un poco con Suecia y Johanna me manda fotos que emocionan.
Es ella, su pansa y Ellen.
El carrito con esa manta rosa que me tapaba a mi de bebé.
Todo me llega.

Cuando todo esta lindo y huele bien, empieza el maratón de la serie danesa que me puede y que va hacer que el lunes va a arrancar un poco tarde.
Pero no pasa nada, si estamos todos bien.

 

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