Yogures caseras y naturales, ahora hay en kilos y litros.
Es un placer para lengua y paladar. Y la pansa dice gracias por tratarme suavemente.
Rauni tiene mucho para contar de los dos días que yo no estuve.
Lo cuenta, lo sobrecuenta, lo vuelve a contar y así.
Yo la escucho mientras como knäckebröd con Mendy.
Vuelve a salir el sol y la primavera. Hay dos manzanas.
La oficina en el centro anda un poquito apagón. Hay menos palabras y más humo.
Yo trato de respirar por orejas y disfrutar silencios.
Total hay muchos notas de débitos para hacer. De esas se yo. Y de hacer también.
Agarro la bicicleta y hago un camino distinto.
Que linda que es la tarde y en esas calles tranquilas.
Veo en sueco y hablo en un sueco que suena un poquito extraño.
Cuando llego a casa se hizo de noche y baja temperatura unos grados tres.
Hay cena de lujo por tres en lo de Agus, que accidentemente me salió Ale y no sé porqué. Son canelonis de esas perfectas y sabrosas. Un poquito más de cerveza y de postre panqueqe con el dulce de frambuesa de la tia, crema y frutillas.
capaz una bomba por ser miércoles, pero como nos gusta!
Me quedo dormida al instante de apagar esa luz.
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